Columna del domingo: DESDE EL LLANO ¡Es la Batiseñal!
Marco Aurelio Lozano
Militante de Constructores Perú
Eran los comicios municipales de 1993. Acabábamos de pasar por la elección del denominado Congreso Constituyente Democrático, aquella salida forzada que la OEA encontró al autogolpe de Fujimori de 1992, y fue así que una generación de novísimas agrupaciones electorales (llamarlas partidos sería hacerles un favor) soñaba con alcanzar curules y gobiernos municipales en la prometedora Era del Chino, época de la no-política y de partidos-slogan. Y como para que no quedara duda de la debacle política en nuestro país, un grupo de estos decidió sorprendernos utilizando como símbolo nada menos que la señal de Batman. No recuerdo siquiera el nombre de la agrupación pero sí que su líder daba entrevistas vestido como el héroe de ciudad Gótica y pintaba las paredes de la ciudad con la frase “Pablo Gutiérrez en Lima, Batman en los distritos”.
Gutiérrez fue el candidato del fujimorismo en aquellas elecciones (finalmente no se presentó por temor a una inminente derrota) y Marvel Comics demandó a la agrupación por el uso no autorizado de la batiseñal. Con la astucia del Acertijo, el baticandidato alegó que su símbolo en verdad no era el de Batman sino la figura de “un tumi echado”.
Recordé este episodio de nuestra maltrecha política cuando supe que una de las razones para que Alex Kouri ya no postule a la alcaldía de Lima por la agrupación del alcalde de Los Olivos fue, según palabras del propio Felipe Castillo, la intención de Kouri de querer imponer un “símbolo marketero”. La otra razón habría sido el no haberse puesto de acuerdo en el reparto de candidatos en las alcaldías distritales. Y como para no perder las costumbres del Acertijo, mencionaremos que el “vientre de alquiler” que el ex-presidente regional chalaco acaba de perder estaba simbolizado por una madre abrazando a su hijo (Ver artículo 3 del Estatuto de Siempre Unidos). La noticia se da el sábado previo al Día de la Madre.
Pero este no ha sido el único caso reciente de discrepancias tan trascendentes para la política en el Perú. Yehude Simon alegó que su alianza con Fernando Andrade no prosperó por la guerra entre el corazón de Somos Perú y la H del Partido Humanista. Sin embargo, Andrade sostiene que fueron “temas de fondo” (no dice cuáles) los que los separaron y que lo del símbolo solo fue un pretexto.
Me pregunto si realmente la política peruana tocó fondo con el partido de la batiseñal o si acaso no es peor que ahora los símbolos sean utilizados de pretextos tontos (¿o es que a alguien cree en el sentimentalismo del alcalde Castillo?) para (mal) ocultar los verdaderos procesos de simple y llana repartija de cargos y favores que terminan siendo los “grandes consensos” que construye la mayor parte de nuestra clase política en época electoral. Si no fuera así tal vez podríamos leer con cierta indulgencia descripciones rimbombantes como esta:
“El símbolo del partido está constituido por la letra M en doble línea de colores rojo y blanco que representan la Patria y la letra “H”, inserta en su interior, en color verde que representa la naturaleza y la vida.”
¿Les creemos?